Mapas identitarios

Instalación que consta de tres mapas intervenidos por el artista para ahondar en una reflexión acerca del cambio identitario que causó la migración del campo a la ciudad.

Se reinterpretó un archivo fotográfico de más de cuatro décadas, testimonio de la migración de la ­familia Rodriguez Castro. También se usaron imágenes actuales para contrastar la temporalidad de la imagen. Por último, se hace uso del montaje para unificar todas las capas de información y conectar el mundo presente con el archivo familiar mediante una intervención pictórica de estilo infantil. Todo esto con la finalidad de crear un lugar de reencuentro y reconciliación del artista e intentar a través de las ­imágenes suplir la ausencia del núcleo familiar para así establecer un cierre en la formación como adulto.

Estado Narcoléptico

Las acciones repetitivas llevan a la mente a un estado de vulnerabilidad que solo mediante el acto fotográfico uno puede tener un punto de fuga; este acto liberador dentro de una atmósfera enigmática, intensa e incluso estremecedora refleja el sentimiento de soledad. La serie fragmentada, sin inicio ni final, cuenta más que un relato en sentido estricto, más bien, un estado de ánimo que se apodera de uno y desemboca en procesos reflexivos a través de la imagen.

Estas imágenes sintetizan el dolor, la angustia y sobre todo la incertidumbre ante el cuestionamiento de un futuro incierto.

Resistir y prevalecer

Hubo una época en la fotografía peruana, en la que la piedra fue materia elemental y cimiento del sentido de nación. Las imágenes eran vistas de monumentos arqueológicas o topográficas, cuando eran descriptivas del terreno. O ruina hermética o registro fáctico.

La piedra, la roca, si se quiere, que encierra el mineral, la riqueza en metálico futuro, lo ocultaba dentro. El presente de una imagen configuraba el progreso como una profecía que quebraba la piedra, que la hacía estallar.

El absoluto de la piedra le salía al encuentro al observador, en dos direcciones. Cualquier muro de siglos fotografiado en las alturas, prodigio de piedras talladas y pulidas, aparecía como el cenotafio del Tawantinsuyo, el muro como tumba pétrea que no contiene cuerpo. No hay nada más alejado y ajeno a un cuerpo -incluso, a uno sin vida-, que la piedra angular, de superficie sensibilizada y porosa, que encaja a la perfección con otras más, en una estructura inca.

Un Ande sacro y un Ande por fracturar y destruir. Desde la última década del siglo XIX hasta 1970, las imágenes tanto en la poesía como en el arte visual sugerían la fábrica de un sueño en piedra, perdido por siempre, cosa del pasado, contemplado. Otras expectativas surgían en torno a la piedra en espera de ser dinamitada, la roca saltando en pedazos con violencia y fe en el instante. La piedra como obstáculo a ser allanado. A ser cercenado de un tajo. Eso no es ni comienzo ni final de nada en lo alto.

La piedra en la naturaleza, en el terreno no fue mirada por lo que era. Samuel Hurtado, joven fotógrafo, nos convence de que está retratando la piedra como la ve. ¿Podremos saber en qué piensa cuando la mira y la fotografía en el aire seco bajo la bóveda añil del cielo? Para empezar, no ve una, ve la multiplicidad.

En una conversación sostenida hace 25 años con Billy Hare, él me refirió, especulativamente, la visión budista de los maestros Wu-Li: todo en el mundo material está vivo, pero cada existencia transcurre en una dimensión temporal diferente. Los maestros siempre empiezan su enseñanza ingresando al corazón de la materia.

La atención que Hurtado que presta a presencias líticas por momentos lo deja a uno atónito. ¿Es otra la cultura de la piedra, que resiste y prevalece en esta fotografía, en un horizonte de lo concreto y de lo post-sublime? Porque no hay temor de dios en sus ángulos y sus perspectivas, aunque el blanco y negro tiene algo así como un acento bíblico andino.

Afirmar visualmente la existencia de la piedra para un nuevo siglo es una proeza. Sigamos desde hoy al fotógrafo y a esta dimensión fotográfica en construcción.

Curador : Jorge Villacorta Chávez.

Mayo de 2023